La iglesia Franziskanerkirche de Viena

iglesia Franziskanerkirche

Si bien no es una de las ciudades más religiosas de Europa, como lo pueden ser algunas localidades de España o Italia, en Viena conviven un conjunto de iglesias que rinden culto a la fe católica y en donde los fieles se reúnen para realizar sus plegarias y escuchar las palabras de los sacerdotes.

Además de ser lugares de observación, muchas de ellas tienen un anclaje especialmente fuerte con la arquitectura y así es como marcan un estilo que fue dominante en alguna época. Sin duda, la famosa Catedral de San Esteban es el máximo exponente de la arquitectura gótica que tiñe una buena parte de la capital austriaca. Pero, sin embargo, existen otras basílicas que también merecen un lugar en el itinerario de cualquier viajero dispuesto a adentrarse en el corazón de esta ciudad.

De todas ellas, una que llama la atención es la Franziskanerkirche, una iglesia con una fachada en color claro y un diseño quizá algo sencillo que debe su nombre a la calle sobre la que está emplazada.

Esta construcción nació por obra de los franciscanos que llegaron a Viena quienes, en un primer momento, pensaron en la construcción de un templo en donde antiguamente había un convento medieval.

Sin embargo el resultado fue esta iglesia con fachada renacentista que fue construida en el año 1603. De estilo germano meridional, el frente está coronado con un gablete y unos pequeños obeliscos y contrasta con el interior que es de estilo barroco y cuyo mayor legado es un hermoso púlpito que fue diseñado en el año 1726. Otro gran detalle son los bancos y el altar mayor, que es obra de Andrea Pozzo y cubre todo el frente de la iglesia.

Otro de los grandes valuartes de esta iglesia es el órgano ya que se trata del más antiguo de Viena y fue construido por Johann Wöckerl en 1642.

Frente a la basílica se levanta la fuente de Moisés, una obra neoclásica que Johann Martín Fischer diseñó en 1798.



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Categorias: Monumentos de Austria, Viena


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