Castillo Freisaal, al sur de Salzburgo

Castillo Freisaal

El Castillo Freisaal es un castillo rodeado de agua en el sur de la ciudad de Salzburgo. En las inmediaciones está la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salzburgo. El castillo es uno de los más encantadores de la zona, aunque no lo suficiente como para ser parte de un itinerario.

Freisaal fue mencionado por primera vez en 1392 en una canción del monje de Salzburgo. Este legendario monje, que no se conoce su nombre, fue un gran poeta y juglar del siglo XIV. El nombre del castillo deriva de Freudensaal (sala de placer), lo cual sugiere que este Palacio Arzobispal contenía una sala más grande, que fue utilizada para reuniones sociales.

El pequeño castillo de agua sirvió como una casa de verano del Arzobispo Pilgrim II. von Puchheim. En 1549 fue reconstruido bajo la administración de Ernst de Bavaria en el estilo manierista. El edificio fue renovado en 1907 y cambiado negativamente, perdiendo en gran parte su aspecto original.

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, numerosos inquilinos vivían en el entonces no muy bien conservado edificio. Solo después de que fueron retirados, se pudo pensar en una minuciosa restauración. Freisaal se encuentra hoy nuevamente en óptimas condiciones, pero ahora es una propiedad privada y no está disponible públicamente. Sin embargo, puedes tomar una buena fotografía desde el exterior.

Por si tienes la suerte de poder entrar, solo decir que el patio del castillo es ideal para acontecimientos festivos y tiene capacidad para 100 personas. La sala de conferencias, en la planta baja, es perfecta para seminarios. La sala fresca en el segundo piso es una de las salas más históricas y más elegantes en Salzburgo; tiene capacidad para 40 personas y es ideal para recepciones, aniversarios y ceremonias.

Como insinuaba antes, no hay una verdadera razón para visitar el Castillo Freisaal. Tal vez valga la pena por su cercanía con algunos atractivos en los alrededores, como el edificio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salzburgo, construido hasta 1990, el Jardín Botánico y la parte más agradable del callejón Hellbrunn, que lleva directamente al Palacio de Hellbrunn.

Sin embargo, es una visita realmente encantadora. Os la recomiendo especialmente por la tranquilidad que se respira a su alrededor.

Foto Vía: MatthiasKabel



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