Enoturismo en Austria, vinos austriacos
A pesar de que la extensión de sus viñedos se ve limitada por las montañas y sólo ocupa una tercera parte del país, Austria cada vez está más boga por sus deliciosos caldos, que desde hace algunos años incrementan exponencialmente su prestigio entre aficionados y profesionales de todo el mundo.
Los vinos austriacos destacan por la calidad de ciertas variedades autóctonas que les conceden cualidades y peculiaridades únicas. Uno de los ejemplos más claros es la “Grüner Veltliner”, una uva cultivada en gran parte del territorio, en concreto, en las zonas de Baja Austria, Burgenland y Viena, que aporta un toque carismático a los jugos blancos y secos que produce. Se trata de una variedad de aroma cítrico, de la que resultan vinos de sabor intenso y un tanto salado y picante que, según los expertos, combinan estupendamente con diferentes comidas y gastronomías.
Pensemos también que gran parte del trabajo derivado de la viticultura austríaca es organizado por pequeñas y medianas empresas, la mayoría de ellas de larga tradición familiar, que dedican el tiempo, el cuidado y el amor necesarios para la producción de grandes productos.
Con tal presentación debemos empezar a plantearnos que ha llegado la hora de conocer estos exquisitos caldos a través de alguna de sus rutas enoturísticas con las que cuenta el país alpino. Entre todas ellas destaca la zona vinícola de Wachau. Esta área de reconocido prestigio se encuentra a unos 60 kilómetros al noroeste de Viena, comienza en la bella ciudad de Krems y desde ahí se extiende, serpenteando con el Danubio, hasta el monasterio de Melk. Ni que decir tiene que la belleza del paisaje hace las delicias del visitante casi tanto como su vino más eminente, el “Riesling”, producto de la “Grüner Vetliner”.
Otra de las zonas que se llevan el sobresaliente en lo que a vinos concierne, se ubica cerca de la cultural Graz y de su frontera con Eslovenia. La “Steirische Weinstraße” o “calle del vino de Estiria” – tal y como la denominan los mismo austriacos – se conoce por sus excelsas bodegas y, dada su alta producción y la fama de sus vinos, equivaldría a la región española de Rioja.
Algo típicamente austríaco es que en cada rincón de estas rutas enoturísticas se alza algún pueblecito de apasionante historia y tradición y un tenderete de madera que ofrece “Sturm”, una bebida elaborada a partir del vino en su primera etapa de prefermentación y que recibe el nombre de “Borrasca o temporal” por el gran efecto “curativo” que puede causar su ingestión.
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