Minimundus, el museo en miniatura de Klagenfurt

Minimundus

Desde el año 1958 los «minimundus» se extienden a tan sólo unos kilómetros del centro de Klagenfurt y, más concretamente, en las inmediaciones del Wörthersee. Lo que empezó siendo una reducida área con un par de maquetas es, hoy en día, un extenso museo que permite observar alrededor de 140 edificios que reproducen a tamaño «mini» y con detallada exactitud las más bellas obras arquitectónicas de los cinco continentes.

Con el fin de conseguir las mejores reproducciones en cada uno de los proyectos, los especialistas del museo trabajan según un modelo específico de construcción, dando lugar a auténticas obras de arte en pequeño, cuyo precio en ocasiones asciende a los 500.000 euros. Y aunque parezca una cantidad desorbitada, lo cierto es que estas creaciones conllevan un trabajo monumental, que se llega a extender varios años en el tiempo.

Uno de los casos más destacados fue la elaboración del Zwinger de Dresde, un edificio barroco de enormes dimensiones que ocupó más de 5 años de trabajo diario. Este proyecto empezó ya en el 1991 cuando se solicitó al público que eligiera el próximo monumento que quería ver en el Minimundus. La mayoría eligió el mencionado palacio y los expertos del museo se pusieron manos a la obra.

El primer paso del proyecto fue conseguir toda la información posible sobre el monumento. Después de recabar más de 100 planos en diferentes escalas y conseguir el diseño definitivo de la nueva mini obra, comenzó el proceso de construcción. Para esto se dividió el trabajo en distintas partes que se repartieron entre los diferentes colegios técnicos participantes en el evento, en especial, tuvieron muchas importancia el de Linz y el Villach.

Fue en el invierno de 1999 cuando se terminan cada uno de los proyectos individuales y se produce la unión de todas las piezas. Todo encajó a la perfección y se continuó con los retoques finales que todavía ocuparon varios meses. Finalmente, en Julio del año 2000, el Zwinger de Dresde estaba en el Minimundus y lo que empezara siendo una pregunta de opinión era una realidad, una auténtica obra de arte que sólo puede envidiar unos cuantos metros al original.

La Torre Eiffel, el Taj Mahal o la catedral de San Pedro del Vaticano son algunas de las obras que se pueden apreciar en este lugar de pequeñas, pero intensas sensaciones. Además, el museo está preparado para recibir a todo tipo de públicos, especialmente para la diversión de los niños, que tienen la oportunidad de conocer el mundo en directo y casi adaptado a su medida.

Para llegar a Klagenfurt:

Volar a esta ciudad puede resultarnos caro si lo hacemos desde España, ya que no hay vuelos directos. Lo normal es tener que hacer escala en los aeropuertos de Frankfurt o de Londres, y si queremos una opción más económico, hacerlo con la compañía Ryanair.



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