Visita a la Cripta Imperial de Viena

Cripta Imperial de los Habsburgo

En el corazón de Viena, a sólo unos de minutos de la Catedral de San Esteban y en conexión casi directa con la Kärtnerstraße – una de las calles principales de la City -, se encuentra la Cripta de los Capuchinos, conocida en alemán como Kaisergruft o Kapuzinergruft. Este lugar oculta entre sus muros casi cuatro siglos de historia y un elevado número de sepulturas imperiales y así no es de extrañar que sea uno de los lugares que hay que visitar.

De hecho, desde que culminara su construcción en Julio de 1632 hasta la actualidad, la Cripta Imperial de Viena ha llegado a convertirse en la más grande e importante en su estilo, manteniendo en su haber 146 cuerpos pertenecientes a la realeza y aristocracia austriaca. Se trata del principal lugar de sepultura de los Habsburgo y de los Habsburgo-Lorena. Allí 12 emperadores y 19 emperatrices y reinas encuentran su último retiro.

La idea partió de la emperatriz Ana, esposa del emperador Matías, quien dejó establecido en su testamento el deseo de ser enterrada junto a su marido en un convento capuchino, cuya edificación debía encontrarse en las proximidades del Palacio de Hofburg. Desde aquellos remotos orígenes y hasta la actualidad, la Cripta Imperial ha vivido diversas ampliaciones y transformaciones con el fin de albergar con la mayor magnificencia posible a los herederos y descendientes del Sacro Imperio Romano Germano.

Hablamos de magnificencia en letras mayúsculas. Magnificencia transmitida por la altura de las diferentes bóvedas o cámaras, ostentación derivada de la visión de algunos de los egregios sarcófagos, como el de María Teresa I de Austria,y la extraña grandeza enigmática vinculada al propio hecho de saber lo que allí se guarda.

Aparece en primera instancia la Bóveda de los Fundadores, llamada en alemán Gründergruf. Se trata del área más antigua de la Cripta y contiene los dos sarcófagos de los fundadores. Destaca por un estilo escueto y recatado, prácticamente carente de ornamentación.

Justo debajo de la nave de la iglesia, se levanta la Bóveda Leopoldina o Leopoldsgruf. Allí descansan en idénticas tumbas 12 niños descendientes, en su mayor parte, del emperador Fernando III y Leopoldo I.

Tanto en este espacio como el siguiente, la Bóveda Carolina o Karlsgruft, se observan sarcófagos pertenecientes a archiduques y archiduquesas, emperadores y emperatrices, así como algunas urnas, que contienen exclusivamente el corazón de algunos miembros de la realeza, por ejemplo, en la sala principal de la Leopoldsgruft duerme en su vasija el corazón de la reina María de Portugal, hija del emperador Leopoldo I.

Sin duda, entre las siguientes áreas llaman poderosamente la atención del visitante la Bóveda de María Teresa, donde destaca el doble sarcófago de la emperatriz y de su marido, y la Bóveda de Francisco José, en la que descansan los cuerpos de los archiconocidos Francisco José I y Sissí.



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Comentarios (1)

  1. romulo dice:

    tengo una tia que le decimos sysy por que su nombre es elizabethy por que se gun cuenta mi habuelita en ese ese entonces estaba de moda la pelicula de sysy la emperatriz soy de macuspana tabasco mexico seguire envieando mi comentarios despues