Kalchkendlalm, escuela en la montaña
En lo alto de una montaña, cerca a la población de Rauris, se encuentra un programa de vacaciones especialmente diseñado para los niños. Se trata de Kalchkendlalm, una escuela donde los niños aprenderán cómo es la vida agrícola en las montañas y trabajarán la masa para hornear un buen pan.
Después del saludo y una breve introducción a la historia de la Kalchkendlalm empieza el trabajo con la masa de una manera increíblemente animada. Los estudiantes muelen los granos, aprenden de cereales, a calentar el horno dejando en su estado perfecto a la madera, y a trabajar la masa del pan. Mientras la masa descansa en una habitación caliente, se continúa con la fabricación de la mantequilla.
Con varios productos lácteos y teniendo como base una pequeña «mantequilla modelo», los estudiantes hacen un trozo de mantequilla. Durante el proceso de fabricación de los alimentos los niños pueden hacer toda clase de preguntas que los profesores muy creativamente contestan.
Si lo desean también pueden aprender a ordeñar una vaca. Roswitha Huber, la propietaria de la granja, enseña a los estudiantes qué otros animales dan leche, qué se puede hacer con la leche, qué es la pasteurización y la homogeneización. Después de las cinco horas o más que pueden durar estas clases, los estudiantes se ven recompensados al probar el propio pan que han fabricado.
Por supuesto, los adultos que quieran escapar del ritmo acelerado de las grandes ciudades también pueden adentrarse en este mundo de paz, tranquilidad y sobretodo de alegría. Eva Pirchner, vecina de Kalchkendlalm muestra a los huéspedes su propio queso y como se hace el queso local original. Según dice, la salud de las vacas, la calidad de los alimentos, la leche, y unas prácticas de trabajo muy limpias son esenciales para un buen queso. Como recomendación número uno: disfrutar del trabajo.
Pero la leche y el queso son sólo dos de los alimentos que se fabrican en Kalchkendlalm. Los adultos también aprenden a hornear el pan de la mano de Roswitha Huber. Además Huber también espera tener una cría de cerdos. Quiere tener sus propios cerdos, alimentarlos bien, y que en lugar de la matanza tengan un buen fin.
Por cierto, Kalchkendlalm se ha convertido en una institución cultural en Rauris. Conferencias, conciertos, exposiciones fotográficas y talleres de escritura tienen espacio en la montaña, desde donde podemos disfrutar de una magnífica vista de la montaña Sonnblick. En verano e invierno las instalaciones se pueden alquilar para seminarios de artistas y otros grupos interesados.
Foto Vía: schule-am-berg
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