Plaza de Mozart en Salzburgo

Plaza de Mozart

La Plaza de Mozart (Mozartplatz) fue construida en 1588 por el arzobispo Wolf Dietrich en el corazón del casco antiguo de Salzburgo, pero se le conocía entonces como Michaelsplatz.

En un principio el lugar era dominado por una fuente con una estatua de San Miguel en la parte superior. Hoy en día, sólo la Michaelskirche, la iglesia más antigua aún existente de la ciudad, es una reminiscencia de la Michaelsplatz.

La plaza debe su carácter especial por el impresionante monumento de Mozart, creado por Ludwig von Schwanthaler y erigido aquí en 1842, cuando la ciudad comenzó a promocionarse para los visitantes a través de su asociación con el compositor. Los dos hijos de Mozart estuvieron presentes en la inauguración del monumento; la viuda de Mozart, Constanze von Nissen, no vivió para ver la presentación: murió seis meses antes.

El rey bávaro Luis I, fue un promotor importante. Él, personalmente, contribuyó con una cantidad significativa de dinero y también donó el pedestal de mármol, ahora propiedad del Museo de Salzburgo. Originalmente, el monumento tenía que haberse presentado en 1841, pero fue descubierto un valioso piso de mosaico romano durante los trabajos de excavación.

El mosaico es visible junto a la base de mármol del memorial y lleva una inscripción: «Hic habitat felicitas, nihil intret mali», que significa «Aquí vive la felicidad, el mal no puede entrar».

Además los visitantes pueden disfrutar del placer adicional de escuchar el mundialmente famoso carillón de Salzburgo, que suena todos los días desde el palacio arzobispal. Las 35 campanas del carillón se hicieron en Amberes por Melchior de Haze en 1696. Puedes escuchar el sonido a las 7am, 11am y 6pm.

El Instituto de Música de la Universidad de Salzburgo está situado en la denominada «Casa Antretter», en la Mozartplatz 4. Johann Ernst von Antretter, canciller del condado, y su esposa Maria Anna Elisabeth vivieron aquí. La familia Antretter conocía muy de cerca a la familia Mozart, ya que los niños de ambas familias se conocían entre sí. La familia Antretter también encargaron a Mozart componer la «Antretter Serenade» K. 185. El atractivo edificio, construido entre los siglos 16 y 18, vale la pena visitar.

No os perdáis este rincón, imprescindible en la cuna de Mozart.

Foto Vía: Andrew Bossi



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