El Beso de Gustav Klimt, tesoro austriaco

El Beso de Gustav Klimt

Hay quienes la consideran una de las mejores obras del simbolismo. Es discutible. De lo que no hay dudas es que El Beso (1907-8) es el cuadro más conocido de Gustav Klimt, actualmente expuesto en la Galeria Belvedere de Viena.

Podría trazarse un paralelo con La Gioconda de Leonardo da Vinci. Miles de turistas se acercan diariamente al Museo de Louvre para ver el clásico renacentista. Es el mismo caso, la fama de Klimt se ha extendido enormemente en los últimos sesenta años, tanto en el mercado formal del arte como entre el público masivo.

El Beso es una pieza clásica que permite distintas lecturas. Desde el punto de vista técnico está realizada sobre tela, con óleo y detalles en láminas de oro. Desde la composición de las texturas, trabaja el estilo de los mosaicos bizantinos de Ravena, los cuales impresionaron al pintor austríaco durante su visita a Italia en 1903. El formato es cuadrado y la pintura no presenta ninguna señal de espacio y tiempo. Sólo se detiene en la composición de las figuras.

La temática del beso ha sido muy investigada por Klimt en obras anteriores como Amor (1895) y La satisfacción (1905). En este caso, la diferencia es que el hombre aparece de frente, se ve su cabeza adornada con una corona de hierbas, pero sin exhibir el rostro. La mujer, en cambio, está dispuesta de perfil, con el rostro de frente a la posición del espectador. Ella está arrodillada. Probablemente el hombre también lo está, aunque es un postura que sólo puede sugerirse, porque los pies no aparecen en la escena.

Desde el punto de vista iconográfico, muchos teóricos están de acuerdo en interpretar la obra como la representación simbólica del beso de Apolo a la ninfa Dafne, tal cual está descripto en Las Metamorfosis de Ovidio. La continuación de la narración se encuentra en el friso realizado en el comedor del palacio Stoclet, donde se concreta la metamorfosis y nace la planta de laurel.

La Galería Belvedere -donde se puede visitar la obra- está ubicada en la calle Prinz Eugenstrasse 27. Además de distintas obras del genio austríaco, hay notables piezas de arte medieval y barroco en exposición permanente.

Foto vía: Erudito234



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