Austria tras la Segunda Guerra Mundial, 1945-1955

Austria

Es curioso recordar que cuando Austria fue liberada de los nazis no obtuvo entera libertad, sino que estuvo sometida a una especie de vigilancia por parte de las tropas aliadas, ya que se consideraba que en su momento la mayoría de los austriacos se habían unido con satisfacción a la invasión alemana. Cuenta la historia que desde que perdieron la Primera Guerra Mundial a los austriacos les había interesado ser y sentirse alemanes.

Y todo por su situación en dicho momento: un país relativamente pequeño, sin grandes recursos ni salida al mar… de ahí que cuando Alemania, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, les planteó la anexión, conocida como la Anschluss, la acogieron en su mayoría de buen grado. La política exterior austriaca veía con buenos ojos, incluso antes de la llegada de Hitler, esta determinación.

De ahí que no todo fuera tan sencillo para Austria tras la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial. Nada más llegar, los soviéticos se percataron de que lo primero que había que hacer en este país era desterrar la idea de unirse a Alemania. Así los aliados plantearon a Austria la posibilidad de considerarse neutral, al estilo que ya imperaba en Suiza: sin participar en ningún conflicto bélico, a menos que se viera amenazada.

Los tropas rusas en Austria no quisieron abandonar el territorio hasta que el propio país no firmara un decreto que certificara su neutralidad. Stalin era bastante cabezota en este aspecto, y siempre pensó que los austriacos podían volver de nuevo sus miras hacia Alemania en cualquier momento. Tanto es así que a la muerte del dictador soviético todo permaneció igual, y los nuevos dirigentes rusos no retiraron sus tropas de suelo austriaco.

Tuvo que llegar el 15 de mayo de 1955 para que soviéticos y austriacos lograran un acuerdo. Ese mismo día se firmó el Tratado de Estado para la Restauración de una Austria Independiente y Democrática, en el que se fijaron los siguientes puntos:

  • retirada de todas las fuerzas ocupantes que estuviesen en ese momento en suelo austriaco
  • recuperación de la soberanía política a cambio de la neutralidad

Así pues, a pesar de la conclusión de la guerra en 1945, los austriacos tuvieron que esperar diez años para verse definitivamente libres. Y todo porque en su momento quisieron ser alemanes…



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